La mayoría de los niños se sienten muy atraídos por el medio acuático y disfruta y se divierten con los numerosos juegos y actividades que se pueden desarrollar en este. En algunos casos, lejos de la atracción, el agua causa miedo y rechazo en los pequeños, una circunstancia que puede representar un problema a medio o largo plazo pues les impedirá aprender a nadar con los riesgos que esto conlleva.
Normalmente los miedos de los niños vienen dados por malas experiencias o por simplemente, inseguridades físicas.
Desde el punto de vista del técnico, hemos de tener en cuenta los siguientes aspectos o consejos para que los niños vuelven a tener confianza con el agua:
- Ante todo, proporcionarle seguridad. Para vencer el miedo, es necesario que el niño se sienta seguro en el entorno acuático. Para ello debe ver que está acompañado continuamente un adulto.
- Debe haber una adaptación progresiva. Debe realizarse a pasos pequeños, por ejemplo, empezar en una orilla, mojando los compañeros o sólo chapoteando.
- Evidentemente no debemos obligar al niño a meterse en el agua, si no, aún tendrá más respeto y más miedo por este medio. Él mismo debe establecer su ritmo.
- Debemos prestarle ayuda material. Esto es, podemos dejarle manguitos, flotadores, tablas, pullboys y podemos dejarle todo para que el niño se sienta más agusto en sus principios en el agua.
- Y uno de los últimos consejos es que el niño vea al agua como un juego al principio. Debemos eliminar de su cabeza que el agua es un elemento peligroso. En la playa, en la piscina, en la bañera, en cualquier sitio podemos realizar juegos con el agua y entonces perderán el miedo a ella.
BIBLIOGRAFÍA
- I-NATACIÓN
-NATACIÓN PARA NIÑOS
- IMÁGENES GOOGLE
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